23 mar 2015

¿Qué debe preguntar a su médico sobre el cáncer de seno?

Es importante que usted tenga conversaciones francas y abiertas con los especialistas en cáncer que lo atienden. No tema hacer preguntas, no importa lo insignificantes que le puedan parecer.
 A continuación le indicamos algunas preguntas que debe considerar:

¿Qué tipo de cáncer de seno padezco? ¿Cómo afecta esto a mis opciones de tratamiento y mi pronóstico?

¿Se ha propagado mi cáncer a los ganglios linfáticos o a los órganos internos?

¿Cuál es la etapa de mi cáncer, y cómo afecta mis opciones de tratamiento y pronóstico?

¿Necesito hacerme otras pruebas antes de poder decidir el tratamiento?

¿Debería considerar pruebas genéticas?

¿Debo considerar un estudio clínico?

¿Qué tratamientos son apropiados para mí? ¿Qué recomienda? ¿Por qué?

¿Cuáles son los riesgos y efectos secundarios que debo esperar?

¿Qué tan eficaz será la cirugía de reconstrucción del seno si la necesito o deseo?

¿Cuáles son las ventajas y las desventajas de realizar la reconstrucción del seno de inmediato o en una fecha posterior?

¿Cómo lucirán y se sentirán mis senos después de mi tratamiento? ¿Tendrán la misma sensibilidad?

¿Cuánto tiempo durará el tratamiento? ¿Cómo será la experiencia del tratamiento? ¿Dónde se administrará?

¿Qué debo hacer a fin de prepararme para recibir el tratamiento?

¿Necesitaré una transfusión sanguínea?

¿Debo seguir una dieta especial o hacer otros cambios en mi estilo de vida?

¿Cuáles son las probabilidades de que mi cáncer recurra con los programas de tratamiento que hemos discutido? ¿Qué haríamos si eso sucediera?

¿Experimentaré la menopausia como resultado del tratamiento?

¿Podré tener hijos después del tratamiento?

¿Qué tipo de atención médica de seguimiento necesitaré después del tratamiento?


Asegúrese de escribir cualquier pregunta que se le ocurra y que no se encuentre en la lista. Por ejemplo, usted podría desear información específica acerca del tiempo de recuperación para poder planificar su esquema de trabajo. Puede que usted quiera preguntar sobre segundas opiniones. Puede ser útil que le acompañe otra persona o que grabe su conversación con el médico. También puede ser de utilidad que saque copias de su historia médica, informes patológicos y radiológicos en caso de que desee buscar una segunda opinión posteriormente.





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Es fácil enamorarse de la belleza.

Los caballeros y todos la preferimos. En lo particular confieso que no soy capaz de contener un amor repentino por un par de ojos separados con la distancia justa y una nariz que sabe al mismo tiempo elevarse y descender en perfecto equilibrio sobre la boca. Aunque el propietario de esos ojos haya tenido dificultades en aprender a multiplicar y no sepa distinguir Suecia de Suiza. No me importa, no nos importa, porque la belleza tiene la capacidad de auto contenerse.

Su tiranía nos somete a diario. Aunque su canon varíe, su adoración es una esclavitud de la que nadie quiere huir. Desde lo más remotos tiempos. Las Venus paleolíticas son las únicas imágenes que nos quedan de los tiempos del hombre de Neandertal, su belleza predominó sobre la fuerza del guerrero más feroz. Nada de esto ha cambiado: Carla Bruni, llegó a ser en su momento políticamente más incorrecta que Sarkosy. Poco importaba si Bruni tenía opiniones de izquierda o derecha, si estaba a favor o en contra del uso del velo o de la inmigración ilegal. Le bastaba con permanecer erguida al lado de su conyugue, le bastaba con existir, hierática, en el pleno uso de su belleza y cualquier cosa que Sarkosy se permitiera decir carecía de importancia.

La belleza tiene sus propias palabras, es elocuente. No es un símbolo, algo que está en el lugar de algo más. Nos habla desde su perfección, es, al mismo tiempo, el objeto representado, la idea mental y su expresión. Por ello jamás está vacía, nunca es banal. Cuando la observamos nos ponemos en contacto con un lenguaje que no está hecho de silabas o de palabras. Ella ejecuta su melodía, cifra su mensaje en el antiguo código que los griegos identificaban con la música de las esferas, con la virtud y con la justicia. La belleza es inteligencia, su forma es contenido.

La mujer perfecta