24 jul 2015

Lo que necesitas descubrir de la vagina.

Las mujeres es la creación más sublime de la creación.
Las mujeres necesitan buscarse a sí mismas, darse su propio espacio y demostrar todos sus talentos. La sexualidad en la mujer esta empañada de mitos y creencias arraigadas en historias bíblicas que la limitan a seguir en silencio. Necesitan liberarse, descubrir su cuerpo,  y aprender a comunicarse sin sentir culpa.


Las mujeres necesitan saber

1. Las mujeres también experimentan erecciones
No son erecciones propiamente dichas pero nuestro clítoris se hincha gracias a la sangre que se acumula y crece un poco.
2. La insuficiencia cardíaca podría curarse con el sangrado menstrual
Suena un poco mal, pero algunos experimentos prueban que las células madre que contiene la sangre podrían usarse para el tratamiento de los problemas cardíacos. Por ahora, está en fase de estudio.

3. En la excitación, el tamaño de la vagina cambia
No existe un tamaño estándar pero la vagina puede variar en tamaño y forma durante la fase de excitación sexual. Eso se debe a mecanismos de nuestro cuerpo para favorecer la concepción.
4. No todo el mundo tiene himen
Lo más normal es que se nazca con él pero, en ocasiones, puede que no se haya desarrollado. No es motivo de preocupación, tan solo es una membrana protectora sin ningún impacto en la vida sexual. Además, así tus primeras relaciones sexuales no serán dolorosas.
5. Un clítoris pequeño puede impedir que llegues al orgasmo con facilidad
Según un estudio de la revista Journal of Sexual Medicine, el tener un clítoris pequeño puede reducir las posibilidades de alcanzar el orgasmo. No hay datos muy concluyentes sobre el tema pero parece ser uno de los motivos.
6. El clítoris tiene 8000 terminaciones nerviosas frente a las 4000 del pene
La estimulación del clítoris es una suerte de sensaciones debido a la multitud de terminaciones nerviosas que tiene. Por esta razón, el orgasmo femenino es mucho más intenso que el de los hombres.
7. Es imposible perder nada en tu vagina
En la parte superior de la vagina está el cuello uterino con una abertura lo suficientemente pequeña para que solo pueda entrar entes microscópicos como los espermatozoides. Si introduces algo en tu vagina, no irá a ninguna parte pero te aconsejamos, para evitar infecciones, que no mantengas dentro ningún objeto sexual por mucho tiempo.
8. Tu vagina puede salir hacia afuera
Esta dolencia se llama prolapso útero vaginal. Puede producirse tras un parto o por la debilidad del suelo pélvico, pero se soluciona con cirugía.
9. La vagina recupera su elasticidad
Nuestros genitales se vuelven más flojos y elásticos en el momento del coito pero, tras él, todo vuelve a la normalidad. Lo que puede fomentar que su textura sea más blanda es un parto o la edad.
10. Tiene el mismo pH que una copa de vino

El pH normal de una vagina oscila entre 3,8 a 4,5. La mayoría de los vinos tienen un pH entre 3 y 4, variando según sea vino blanco o tinto.



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Es fácil enamorarse de la belleza.

Los caballeros y todos la preferimos. En lo particular confieso que no soy capaz de contener un amor repentino por un par de ojos separados con la distancia justa y una nariz que sabe al mismo tiempo elevarse y descender en perfecto equilibrio sobre la boca. Aunque el propietario de esos ojos haya tenido dificultades en aprender a multiplicar y no sepa distinguir Suecia de Suiza. No me importa, no nos importa, porque la belleza tiene la capacidad de auto contenerse.

Su tiranía nos somete a diario. Aunque su canon varíe, su adoración es una esclavitud de la que nadie quiere huir. Desde lo más remotos tiempos. Las Venus paleolíticas son las únicas imágenes que nos quedan de los tiempos del hombre de Neandertal, su belleza predominó sobre la fuerza del guerrero más feroz. Nada de esto ha cambiado: Carla Bruni, llegó a ser en su momento políticamente más incorrecta que Sarkosy. Poco importaba si Bruni tenía opiniones de izquierda o derecha, si estaba a favor o en contra del uso del velo o de la inmigración ilegal. Le bastaba con permanecer erguida al lado de su conyugue, le bastaba con existir, hierática, en el pleno uso de su belleza y cualquier cosa que Sarkosy se permitiera decir carecía de importancia.

La belleza tiene sus propias palabras, es elocuente. No es un símbolo, algo que está en el lugar de algo más. Nos habla desde su perfección, es, al mismo tiempo, el objeto representado, la idea mental y su expresión. Por ello jamás está vacía, nunca es banal. Cuando la observamos nos ponemos en contacto con un lenguaje que no está hecho de silabas o de palabras. Ella ejecuta su melodía, cifra su mensaje en el antiguo código que los griegos identificaban con la música de las esferas, con la virtud y con la justicia. La belleza es inteligencia, su forma es contenido.

La mujer perfecta