DR. PEDRO RENE ARMENTA GUTIERREZ


Dr. Pedro Rene Armenta Gutiérrez

Es pionero en el occidente de México al crear un sistema de atención al paciente ontológico.

Catedrático de la Universidad Autónoma de Sinaloa y MIEMBRO HONORARIO DE LA ASOCIACIÓN DE MASTOGRAFÍA DE MÉXICO  es piedra angular del Instituto Mexicano del Seguro Social de la Ciudad de Culiacán, Sinaloa.


En el área de la investigación ha participado en distintos tipos de  proyectos del método científico: 


  • Hallazgo de nuevos quirúrgicos reconstructivos.
  • Mejores métodos para reducir los síntomas y los efectos secundarios de los tratamientos actuales contra el cáncer de mama, a fin de mejorar el bienestar y calidad de vida de las pacientes.
  • Métodos para la detección temprana del cáncer de mama.
  • Desarrollo de nuevas tecnologías.

El Dr. Armenta trabaja para erradicar el cáncer de mama en el estado y en el país. Cuenta toda la infraestructura y el equipamiento necesario para el tratamiento de los tumores cancerígenos, entiendo como tal, el apoyo y el tratamiento de sus pacientes, desde la etapa de diagnóstico, tratamiento, y así hasta llegar al final de la enfermedad.
La calidez humana y el sentido del humor que caracteriza al Dr. Pedro Rene Armenta son factores emocionales que han sido integrados a los tratamientos de atención médica y atención psicológica, que mejoran la actitud de la  paciente, motivándola siempre a no perder la Fe.
Decidí estudiar medicina por ser una extraordinaria profesión. Soy un médico especializado en cáncer de mama, estoy para ayudar a la mujer con este terrible padecimiento  
Lo que hago es mi pasión. 
Me gratifica la sonrisa de felicidad cuando la paciente se entera que ya no tiene cáncer y la mirada de auxilio y angustia que provoca un diagnostico positivo de cáncer de mama es motivo para seguir investigando y trabajando ofreciendo resultados que lleven a esa paciente a una vida sin cáncer de seno.

                        
 ¿Más información?
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 Móvil (6679) 96 89 75








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Es fácil enamorarse de la belleza.

Los caballeros y todos la preferimos. En lo particular confieso que no soy capaz de contener un amor repentino por un par de ojos separados con la distancia justa y una nariz que sabe al mismo tiempo elevarse y descender en perfecto equilibrio sobre la boca. Aunque el propietario de esos ojos haya tenido dificultades en aprender a multiplicar y no sepa distinguir Suecia de Suiza. No me importa, no nos importa, porque la belleza tiene la capacidad de auto contenerse.

Su tiranía nos somete a diario. Aunque su canon varíe, su adoración es una esclavitud de la que nadie quiere huir. Desde lo más remotos tiempos. Las Venus paleolíticas son las únicas imágenes que nos quedan de los tiempos del hombre de Neandertal, su belleza predominó sobre la fuerza del guerrero más feroz. Nada de esto ha cambiado: Carla Bruni, llegó a ser en su momento políticamente más incorrecta que Sarkosy. Poco importaba si Bruni tenía opiniones de izquierda o derecha, si estaba a favor o en contra del uso del velo o de la inmigración ilegal. Le bastaba con permanecer erguida al lado de su conyugue, le bastaba con existir, hierática, en el pleno uso de su belleza y cualquier cosa que Sarkosy se permitiera decir carecía de importancia.

La belleza tiene sus propias palabras, es elocuente. No es un símbolo, algo que está en el lugar de algo más. Nos habla desde su perfección, es, al mismo tiempo, el objeto representado, la idea mental y su expresión. Por ello jamás está vacía, nunca es banal. Cuando la observamos nos ponemos en contacto con un lenguaje que no está hecho de silabas o de palabras. Ella ejecuta su melodía, cifra su mensaje en el antiguo código que los griegos identificaban con la música de las esferas, con la virtud y con la justicia. La belleza es inteligencia, su forma es contenido.

La mujer perfecta