11 jun 2015

Ginecología Oncología en Culiacán atiende a 191 nuevos casos cada año


El 80 por ciento de los pacientes en el Hospital Oncológico son por cáncer de mama y cervicouterino.
El número de pacientes con cáncer de mama que se atendieron por primera vez en el 2010 eran alrededor de 84; para este 2014, los nuevos diagnósticos son de 191 casos. De estos, 160 fueron atendidos por el Seguro Popular y el resto se enviaron a otras instituciones por tener derechohabiencia.
El número de consultas externas para tratar alguno de los diferentes cánceres aumentó de 2010 al año pasado un 145 por ciento, siendo 2014 el periodo donde más personas se han atendido, sin considerar consultas de nuevas áreas, como nutrición y sicología. En cuanto a las consultas especializadas, la cifra creció en un 93 por ciento, pues de 3 mil 392 pacientes atendidos hace 4 años, ahora se atienden a 6 mil 570.

Lo anterior en las áreas de ginecología-oncológica, oncología y cirugía-oncológíca. El porcentaje de personas que recibieron quimioterapia es de 63 por ciento en los últimos 4 años. En radioterapia y braquiterapia, que son tratamientos más especializados, el número de pacientes creció en un 307 por ciento.







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Es fácil enamorarse de la belleza.

Los caballeros y todos la preferimos. En lo particular confieso que no soy capaz de contener un amor repentino por un par de ojos separados con la distancia justa y una nariz que sabe al mismo tiempo elevarse y descender en perfecto equilibrio sobre la boca. Aunque el propietario de esos ojos haya tenido dificultades en aprender a multiplicar y no sepa distinguir Suecia de Suiza. No me importa, no nos importa, porque la belleza tiene la capacidad de auto contenerse.

Su tiranía nos somete a diario. Aunque su canon varíe, su adoración es una esclavitud de la que nadie quiere huir. Desde lo más remotos tiempos. Las Venus paleolíticas son las únicas imágenes que nos quedan de los tiempos del hombre de Neandertal, su belleza predominó sobre la fuerza del guerrero más feroz. Nada de esto ha cambiado: Carla Bruni, llegó a ser en su momento políticamente más incorrecta que Sarkosy. Poco importaba si Bruni tenía opiniones de izquierda o derecha, si estaba a favor o en contra del uso del velo o de la inmigración ilegal. Le bastaba con permanecer erguida al lado de su conyugue, le bastaba con existir, hierática, en el pleno uso de su belleza y cualquier cosa que Sarkosy se permitiera decir carecía de importancia.

La belleza tiene sus propias palabras, es elocuente. No es un símbolo, algo que está en el lugar de algo más. Nos habla desde su perfección, es, al mismo tiempo, el objeto representado, la idea mental y su expresión. Por ello jamás está vacía, nunca es banal. Cuando la observamos nos ponemos en contacto con un lenguaje que no está hecho de silabas o de palabras. Ella ejecuta su melodía, cifra su mensaje en el antiguo código que los griegos identificaban con la música de las esferas, con la virtud y con la justicia. La belleza es inteligencia, su forma es contenido.

La mujer perfecta