Ayudamos a las personas a construir, crear o subsanar el vínculo afectivo que tienes con su cuerpo, Contribuimos en la felicidad de nuestros pacientes.
DRA. NORBERTA HERNANDEZ
Es fácil enamorarse de la belleza.
Los caballeros y todos la preferimos. En lo particular confieso que no soy capaz de contener un amor repentino por un par de ojos separados con la distancia justa y una nariz que sabe al mismo tiempo elevarse y descender en perfecto equilibrio sobre la boca. Aunque el propietario de esos ojos haya tenido dificultades en aprender a multiplicar y no sepa distinguir Suecia de Suiza. No me importa, no nos importa, porque la belleza tiene la capacidad de auto contenerse.
Su tiranía nos somete a diario. Aunque su canon varíe, su adoración es una esclavitud de la que nadie quiere huir. Desde lo más remotos tiempos. Las Venus paleolíticas son las únicas imágenes que nos quedan de los tiempos del hombre de Neandertal, su belleza predominó sobre la fuerza del guerrero más feroz. Nada de esto ha cambiado: Carla Bruni, llegó a ser en su momento políticamente más incorrecta que Sarkosy. Poco importaba si Bruni tenía opiniones de izquierda o derecha, si estaba a favor o en contra del uso del velo o de la inmigración ilegal. Le bastaba con permanecer erguida al lado de su conyugue, le bastaba con existir, hierática, en el pleno uso de su belleza y cualquier cosa que Sarkosy se permitiera decir carecía de importancia.
La belleza tiene sus propias palabras, es elocuente. No es un símbolo, algo que está en el lugar de algo más. Nos habla desde su perfección, es, al mismo tiempo, el objeto representado, la idea mental y su expresión. Por ello jamás está vacía, nunca es banal. Cuando la observamos nos ponemos en contacto con un lenguaje que no está hecho de silabas o de palabras. Ella ejecuta su melodía, cifra su mensaje en el antiguo código que los griegos identificaban con la música de las esferas, con la virtud y con la justicia. La belleza es inteligencia, su forma es contenido.
La mujer perfecta
Tengo 40 años y dos niños,después de pensármelo mucho acudí con la Dra Norberta para consultar como poder eliminar la grasa acumulada que se me quedó en cintura , caderas y muslos después de tener a mis hijos y que a pesar que he seguido todas las dietas del mundo nunca perdia de donde lo necesitaba y eso me producía mucha ansiedad. Me recomendaron una liposucción y sin pensármelo más decidí hacérmela… tenía mucho miedo pero era mi ultimo cartucho… cuando salí del quirófano me dolía todo , andaba como un robot y mi ropa me quedaba a reventar y pensé que otra vez había fracasado, yo quería verme perfecta ya! Pero la Norberta me tranquilizo y entendi todo lleva un proceso y así fue, seguií las recomendaciones de lo que debía comer y hoy puedo decir que estoy feliz que me ha cambiado la vida que todo me queda bien y que porque no me habré decidido antes….. tengo un par de tallas menos!! Al principio es duro pero merece la pena.
ResponderEliminarahh tabien puedo decir que tengo una nueva amiga!
Gracias doctora, eres la mejor.